solo la lucha nos hará libres

“Sólo la lucha nos hará libres”

RESISTIR

¡Resistir!, ¡Resistir!, aunque la vida se me vaya en ello; he ahí la consigna para enfrentar el mal. Porque en la lucha encontramos la esperanza de que nuestra vida no ha sido en vano, la certeza de que nuestra vida tiene un sentido: y este sentido es converirse en lo que los hindues llaman Vasdya –un “guerrero invencible”, porque lucha contra la muerte.

El Vasdya es capaz de llevar su comprensión de la vida más allá, de los límites de su cuerpo finito, hasta el corazón de una realidad más profunda. A lo lejos se encuentra la solución llamándonos a través del designio perfecto de la naturaleza: “nada muere, todo se transforma el ser humano es un ser tan permanente como una estrella

No comparto la idea de que al Parkinson debemos aceptar resignadamente (pasivamente), sino más bien, lo considero un huésped tirano, al cual debemos soportar, y al que no lo hemos invitado a nuestra vida; Que limita nuestra libertad, que nos deja sin amigos, que nos condena a una vida miserable y solitaria, que nos deja en la más completa indefensión y dependencia de la compasión de los demás. En realidad el Parkinson es el invitado de piedra.

Mi propuesta es enfrentar el parkinson y acabar con él, y este es un camino arduo y difícil, porque es el camino del héroe, el camino que eligió Prometeo y todos los grandes rebeldes que le siguieron. Quizá, sería mucho más fácil encontrar la pastillita milagrosa que nos devolviera la salud, pero hasta el momento no se la ha encontrado, y ¿qué vamos a hacer?, dejar que el parkinson nos consuma lentamente; o bien intentar liberarnos de el. Quizá lo más probable es que salgamos derrotados, pero nos queda la satisfacción debe haber dado una dura pelea, y que no nos rendimos fácilmente ante este dictador que llevamos dentro.

Creo que debemos rebelarnos a este tirano, y la forma de hacerlo es no dejándose limitar por este. Y el principal límite que nos impone el parkinson es la comunicación: en nuestro lenguaje verbal nos impone un discurso monótono, hipotónico, con tendencia a cortar las frases; en el lenguaje no-verbal, nos hace inexpresivos, respecto al movimiento nos lleva hacia la inmovilidad Gral. a través de la bradicinesia (lentitud ), la inestabilidad postural, y la rigidez; en el caminar , nos hace avanzar a pasitos cortos o rápidos arrastrando los pies; nuestra escritura se hace micrográfica; nuestra respiración se hace más superficial y corta: la parálisis respiratoria es el síntoma que más revela una comunicación estancada, nuestros pulmones absorben energía del oxigeno, a través de un proceso llamado oxidación, para los hindúes el aire es el prana desde donde se obtiene la fuerza vital. Nuestros Pulmones son esencialmente órganos de comunicación, nuestra habla depende de la modulación del flujo de aire, cuando este flujo pierde la fluidez, el discurso se hace inconexo y la voz se debilita .

Mi propuesta es hacer todo lo que nos prohíbe nuestro tirano: la búsqueda de placer, el sexo, cultivar las experiencias optimas (aquellas experiencias en que n os encontramos totalmente implicados), cultivar la danza, la pintura, el canto, y todas aquellas actividades que nos liberen del excesivo control racional, dejemos que la vida fluya teniendo bien engrasados los ejes de la carreta, ¡no permitas que el parkinson te paralice!, no dejes caer tu guardia. Parafraseando a Neruda te digo: “Algún día ganaremos, aunque tu no lo creas, ganaremos nosotros los mas sencillos, no los ídolos,

de barro, sino los pobres de espíritu, los que no nacimos con una estrella en la frente